viernes, 4 de abril de 2014

Todo sigue igual de bien


Fantasmagoria es el proyecto solista de Carlos Loncharich, conocido en el ambiente musical como Gori, ex miembro de Fun People e integrante de un sinfín de bandas del under bonaerense. Hace 14 años, se embarcó en este proyecto. Como siempre le gustó tocar acompañado, decidió que su
proyecto solista sería una banda. En 2012 editaron el disco El río y son un espectáculo recurrente en los escenarios de la región. El sábado se presentan en Bluzz Live. Con motivo de este show, la diaria habló con Gori sobre el presente de la banda y la escena en la que creció.

-Hace ya 14 años que se formó Fantasmagoria. Son muchos años en la escena. Por lo general, las bandas con tantos años tienen varios discos editados, pero ustedes sólo tres. ¿A qué se debe?

-A lo mejor se debe a que como no estamos en ningún sello, editar un disco es una movida: bancar la grabación, después hacer las copias y, sobre todo, la distribución. Así que nos dedicamos más a los shows en vivo. Antes de El río grabamos un disco que nunca editamos.

-En esos 14 años como banda, y en el tiempo que hace que estás en la vuelta integrando distintos grupos, viste a la escena pasar por puntos altos, otros bajos, a veces tan bajos que parecía que iba a desaparecer, para reflotar nuevamente. ¿Cómo viviste esos cambios?

-Yo sigo igual, siempre tocando y haciendo música. Creo que es lo que me tocó hacer. El momento de mayor bajón que presencié acá en Buenos Aires fue después de lo que pasó en Cromagnon: se cerraron muchos lugares para tocar, y al no poder salir a tocar los chicos de las bandas perdían el interés y se separaban. También el llamado rock chabón o barrial hizo que la calidad de la música bajara mucho. Fue una suma de cosas que hizo que la gente empezara a perder el interés en lo que estaba pasando en el rock. Creo que, por suerte, ahora se está repuntando un poco. Con Fantasmagoria siempre tuvimos lugares para tocar. En capital conozco varios, también por trabajar en la noche, así que siempre pude armar un show por mes. En provincia o en el interior hay muchos lugares adonde podés tomarte un micro e ir a tocar, y va mucha gente de allá que tiene ganas de escucharte pero no tiene la posibilidad de venir a la capital a ver nuestros shows.

-¿Cómo ves la actual escena independiente argentina? Siendo de la vieja escuela, ¿considerás que la elite conformada por algunos sellos “independientes” y algunos artistas juega en contra de la escena, o creés que la ayuda a crecer?


-Las elites mucho no me gustan. Si bien los sellos ayudan, en la medida en que se arman festivales, la gente se copa y se unen para hacer shows o giras, es un ámbito muy hermético. Si no pertenecés a esa elite, medio que estás en el horno, porque te dejan afuera.

-Ustedes siempre se han caracterizado por vivir en la ruta. Han recorrido todo el país y tienen una agenda apretadísima. ¿Cómo es esa vida?
-Nos gusta mucho salir a tocar en lugares distintos y para gente distinta. Si no, extrañaríamos tocar. Hay bandas que sólo tocan en capital, les da fiaca ir a tocar a otros lados, y por ahí hacen sólo cinco shows al año; es otra forma de encarar la movida. Después, encima, se quejan de que no hay lugares para tocar. Parecería que están esperando que los pasen a buscar en limusina para ir al hotel, y tener un camarín con catering. Nosotros preferimos tocar lo más que se pueda.

-¿Están trabajando en nuevo material?
-Sí, estamos terminando el disco nuevo; son 11 canciones. Una de ellas dura 14 minutos (“El Mago Mandrax”), es una canción que hice en homenaje a Syd Barrett. Estamos en la etapa final de la
mezcla, sólo nos falta una y masterizar todo. Estamos viendo si lo editamos independiente o por medio de un sello. Creo que eso va a definir la fecha de lanzamiento. La diferencia que tiene con el disco anterior es que esta vez no usamos productor, y son otros integrantes. Creo que se nota esa sangre nueva, tanto en la grabación como en los shows en vivo. Hay una frescura y energía que nos contagiamos mutuamente. A lo mejor está tocado de una manera un poco más fuerte que trabajos anteriores, siempre con la guitarra acústica.
Otra cosa distinta es que es la primera vez que sale una canción de Fantasmagoria que no compuse yo; la compuso mi hermano Gustavo, se llama “La Araucaria” y es un temazo que me gusta tanto que le pedí que me dejara grabarlo.

-El río era un disco con una fuerte influencia de los 70. A decir verdad, todos los trabajos de Fantasmagoria lo son. Noto una gran influencia de Marc Bolan, específicamente, en lo visual, estético y musical de la banda. Las orquestaciones recuerdan mucho a T-Rex. ¿Cómo fue pasar de una banda de punk hardcore a una de glam rock? ¿Cómo lo tomó el público inicialmente?

-Para mí fue algo súper natural y no premeditado. Todas las canciones del primer disco de Fantasmagoria las tenía compuestas y grabadas, de manera casera, mientras estaba con Fun People. Cuando dejé Fun People, tardé sólo tres o cuatro meses en entrar al estudio para grabar el primer disco. No se me ocurrió lo que iba a pensar la gente. Lo único que pensaba era que no quería sacar chapa de ex Fun People. Si hubiese buscado eso hubiese seguido por un camino musical más parecido al anterior. Siempre nos asocian con T-Rex y con Marc Bolan, pero lo raro es que no escucho T-Rex en mi casa. Me gusta, pero no sé ni cuántos discos tiene. Me gusta mucho más Kiss.

-Siempre te caracterizaste por estar en muchos proyectos musicales al mismo tiempo. Hace relativamente poco, tuvieron una especie de parate con Fantasmagoria y vos comenzaste una banda paralela, Hermanos de distinto padre y madre. ¿Cuáles son las principales diferencias entre este proyecto y Fantasmagoria?
-Fantasmagoria es un proyecto mío; Hermanos es un dúo que tengo con Pil. Desde el punto de vista musical, Fantasmagoria es más raro, y Hermanos tiene gran influencia de la música sureña de Estados Unidos, del country folk.

-Una vez comentaste que tu vida cambió el día en que te encontraste con un portaestudio, por la facilidad para grabarte y reproducirte musicalmente. Hoy, con las herramientas digitales esto se ha hecho aun más fácil, pero se ha perdido cierta calidez. ¿Seguís utilizando cinta o pasaste a formato digital?


-Ahora grabo en la computadora. Lo que me interesaba del portaestudio era poder clonarme y reproducir una idea, dejarla plasmada para que el resto de la banda entendiera para dónde iba la intención de la canción. Tengo una placa y un muy buen micrófono, pero grabo con un audio muy malo porque me pongo muy ansioso cuando grabo. Lo hago para poder escuchar rápido la idea que tengo en la cabeza, así que para grabar en casa no me interesa mucho si es cinta o digital. Cuando quiero grabar algo bien, voy a un estudio y que me grabe un técnico.
Me encantaría poder grabar los discos en cinta abierta, pero es muy caro. Lo que estamos mezclando ahora lo pasamos por una mesa análoga; le da la calidez que no tiene lo digital, sobre todo en los graves. Tiene unos graves como de vinilo.

-¿Mantenés relación con Nekro, Pugliese y el resto de los Fun People de aquella época? ¿Hay planes para alguna reunión?


-A Nekro lo veo de vez en cuando o nos mandamos mails. Hace unos años hicimos una girita por la costa y en enero de 2013 dimos un show sorpresa en Niceto. Chuli y Gato viven en España, así que casi no hay relación, pero el mes pasado Gato vino a Buenos Aires y pasó por el lugar donde organizo fiestas (Sympathy for the Party) y nos tomamos unas cuantas rubias.

-La banda se ha convertido en recurrente en los escenarios montevideanos, en los que se presenta casi todos los años. ¿Cómo ves a la escena montevideana?


-Nuestras visitas son medio fugaces, así que casi no tenemos tiempo de ir a verbandas y conocer la escena. Conozco un poco más el palo tipo Santacruz, Motosierra y Hablan por la espalda, pero no mucho la parte más pop, aunque me gustaría. Las bandas grandes de Uruguay, las que van a tocar a Buenos Aires todo el tiempo, no me gustan nada.

-Una vez comentaste que cuando escuchaste a Sex Pistols por primera vez pensaste: “Esto es como Kiss pero enojados”. ¿Seguís teniendo esa relación y admiración con el punk rock?

-Sí, me encanta. Y el hardcore primitivo, también. Nunca dejo de escuchar eso, no podemos sacar del estéreo del auto un compilado de Ramones.

-¿Qué planes tienen para el resto del año?
-Editar el disco y seguir tocando lo más que se pueda, por todos lados.

(Entrevista publicada en La Diaria, 04/04/2014)