lunes, 22 de diciembre de 2014

2014: El año que rompimos todo (Los mejores lanzamientos del año)

Se nos termina el 2014 y comienzan las listas. Los medios se van a llenar con los discos que TENES que escuchar y que bancados por amigos en prensa, representantes y sellos que ponen la moneda los hacen populares. Ojo, a veces hay cosas buenas entre ellos. Todo bien. Ya aparecerán en las listas trendys para nuevos barbudos de camisa a cuadros. Ayer se afeitaban y usaban lentes gruesos, ahora se disfrazan de leñadores rotos. Ojo al gol. Acá no van a aparecer.
Pero volvamos a la música. Por suerte cada vez son más y mejores los discos independientes que se lanzan en la región. Hace unos años dejé de prestarle atención a lo que sucedía en los lanzamientos mundiales y en los charts de bandas independientes, mal llamadas indies, de otros lados. Suena un tanto chauvinista, puede ser, pero encuentro mucho más cercana y por ende más mía la música que se está realizando por estas latitudes. Sea en ingles, español, francés o chino. No es el idioma en que se canta lo que importa, es un instrumento más y elegir español o francés es como elegir una folk de cuerdas de acero o una guitarra criolla. Ambas tienen lo suyo, sus pro y sus contras. Lo importante de la música de éstas latitudes es la cercanía, la forma de grabar, producir y todo el esfuerzo que todos los que estamos en la vuelta conocemos. Así que como ya es la tónica acá va la lista de los mejores discos del 2014. Un año de mierda pero con once grandes discos, sin orden entre ellos. Como siempre esta lista está basada en una total y aceptada subjetividad. La música te llega o no, lo otro, lo otro son todo guarangadas.

Hijo Agrio - Jabalismo



Nadie puede discutir que el 2014 en Montevideo fue el año de Hijo Agrio. Una banda de gurises llegados del interior que fueron capaces de crear su propio universo. Un universo donde conviven el noise pop, el metal, el hardcore y la psicodelia. Las potentes bases de bajo son los cimientos sobre los cuales la batería y los aullidos de la guitarra construyen castillos deformes y nos trasladan al otro lado del espejo. La belleza en la deformidad, el mosh ante el acople. Si envejece bien, Jabalismo puede considerarse como un punto clave en lo que será la escena independiente uruguaya de los próximos años.
https://hijoagrio.bandcamp.com/album/jabalismo

¿Lóbo Está? - El ciervo que ladra



Fiel seguidor del estilo que supo imponer La Foca años atrás, ¿Lóbo Está?, es una de las pocas bandas actuales capaz de manejar con tanta gracia la melancolía sin sonar forzada. Con una gran base melódica y fuertes influencias del indie folk. Los relatos de sus canciones son atravesados por la ciencia ficción, el dolor, las ausencias y lo inevitable que es crecer. El disco se mantiene de principio a fin con ninguna canción floja. La voz de Gonzalo se va afianzando con los años y va encontrando y consolidándose en su timbre. Es muy difícil intentar encerrar la melancolía de una ausencia en una canción. Casi como intentar captar al último bichito de luz en un tachito antes de que termine el verano. Éste disco lo logra y con creces.
https://loboesta.bandcamp.com/album/el-ciervo-que-ladra

Vincent Vega - El gran galgo



A mi entender estaríamos presenciando el disco del año. Si Montevideo fuese un poco más justo éste disco debería ser de escucha obligatoria para cualquier persona que quisiera entender como se hace para aprehender las raíces del folk, blues y los comienzos del rock and roll. Hablar de las melodías de Vincent Vega no es descubrir nada, siempre ha sido el punto alto de la banda. A diferencia de su disco anterior en El Gran Galgo lo que se lleva todos los premios es la orquestación de las canciones. Hay un buen gusto y una elegancia en la forma en que fueron instrumentadas que solamente se puede hacer un chapeau ante el trabajo más logrado de la banda.
https://vincentvegauy.bandcamp.com


Ariel Sanguinet - Lo que sirve y lo que no


Si existiese algo así como una categoría a la sorpresa del año, Lo que sirve y lo que no se lo llevaría sin dudarlo. Pero como no tenemos nada como eso simplemente lo vamos a decir: Ariel Sanguinet fue la gran sorpresa. Parece que la renovación musical, tan necesaria para una escena tan anquilosada, está viniendo de las afueras de Montevideo. Algo que si lo pensamos es totalmente natural. Los cambios vienen siempre de la periferia, aunque no necesariamente sea geográfica. Un disco de folk progresivo, te guste o no, es algo que se respeta y aplaude. Estamos rodeados, pero si se mira de cerca, se están abriendo brechas.
https://arielsanguinet.bandcamp.com/album/lo-que-sirve-y-lo-que-no


Matador - Matador


Si bien es un EP es algo muy raro de ver en la vuelta actualmente. Se podría decir que es folk pero realmente es folklore. Con un trabajo de guitarra, grandes arpegios y un revival de la canción primitiva. Hacía falta algo así.

https://matador-uy.bandcamp.com/ 







Martes Mártir - Martes Mártir



Están en la vuelta hace rato. Igual es su primer disco. Post rock oscuro y ochentero, bien hecho y con algunas influencias noventeras. Canciones para bailar llorando o llorar bailando.
https://martesmartir.bandcamp.com/album/martes-m-rtir







PCE - Jonathan Sánchez



Jonathan Sánchez es un registro pictórico de una ciudad en tinieblas, Montevideo, que se trasviste a la noche, sale a la calle y patea veredas esquivando las luces. Música de varios niveles, ruidos, salsa, hardcore latin beat, metal y un cover de Cabrera. Dejen la droga gurises.
https://powerchocolatinexperimento.bandcamp.com/






The Algun Dios - Aero

Quedan pocos sobrevivientes dignos de los 90. La gran mayoría se han ido rejuntando en proyectos bastante tristes para sacar un peso llegando al caso extremo de dos señores grandes tocando canciones de fogón. The Algun Dios son un poco más jóvenes que ellos pero aún así es una de las bandas con amplia trayectoria en el under montevideano. Más jóvenes que esos sobrevivientes de los 90 pero más sabios. Largaron éste año su nuevo disco, Aero, que nos muestra porque más que músicos los Algún Dios son arquitectos sonoros. Aparte de ésto, en un mundo justo, Si Berlín sonaría en todas las radios del mundo. Por ahora el disco se consigue solamente en formato físico. Pronto estará en bandcamp.

https://thealgundios.bandcamp.com/  


El Mal Menor - El lado B de los colores


Las canciones más lindas que un pibe futbolero le puede dedicar a una ex novia vegana. Melancolías de veranos pasados, canciones para días soleados. Hermosos estribillos, arreglos minimalistas y colchones vocales.
"Noches de terror y alcohol, noches de terror y alcohol, en la ciudad perdida, en la ciudad fantasma" (Los miedos)


https://elmalmenor.bandcamp.com/album/el-lado-b-de-los-colores




Santos Wussies - Back to your heart


Dos pibes con ganas de romper todo. Punk, grunge, melodías, noise y metal maraca. Una muestra de que es posible todavía hacer un disco de punk deforme e interesante.

https://santoswussies.bandcamp.com/album/back-to-your-heart-2







Los Extranjeros - Subiendo la cuesta



Me había olvidado por completo de la existencia de éste disco. Tengo que asumir y hacer el mea culpa. Recuerdo que cuando salió lo primero que me cautivó fue esas ganas de rescatar el folklore local. A todos nos gusta el folk, es verdad, pero que en el 2014 se conforme una banda para realizar un folklore es algo a rescatar. Un disco que pudo rescatar el espíritu de campaña y plasmarlo en pleno siglo XXI. Vale destacar el gran trabajo con canciones como "El Rengo Zamora" donde la llevada de tempo nos deja al paso desigual del rengo acelerándo y titubeando cuando lo precisa.

https://losextranjeros-uy.bandcamp.com/album/subiendo-la-cuesta



jueves, 11 de diciembre de 2014

Batalla cultural: el cierre de Pirate Bay

No es la primera vez que pasa. De hecho, si hacemos memorias han sido cientos de veces que las grandes compañías, apoyadas en leyes nefastas, han intentado desmantelar The Pirate Bay en el pasado. Esto los ha llevado, entre otras cosas, a tener una red de servidores a lo largo del planeta que se pueden ver en esta página:https://proxybay.info/list.txt.
Es un objetivo que han perseguido desde hace años, eliminar Pirate Bay de la web. Aunque Pirate Bay sea sólo la punta del iceberg, la guerra de las compañías es contra el P2P y la concepción de la cultura que éste sistema conlleva detrás: El acceso a la cultura y a la información es un derecho humano y debe estar al alcance de todos. Hay guerras que no deberían lucharse ya que sería como intentar frenar el mar con una pared. Tarde o temprano va a caer.
Ayer estalló la noticia en la web: Svartholm Warg fundador de TPB fue condenado con tres años de prisión en Suecia y tras un allanamiento se confiscaron los servidores de la web. La página estuvo momentáneamente caída, hasta el momento, siendo las 22:27 del 10 de diciembre, sigue en la misma situación aunque ya ha vuelto su landing page a través de https://thepiratebay.cr/ y es cuestión de tiempo de que entre la comunidad global la vuelvan a reflotar. O no en todo caso es circunstancial.
Existen cientos de alternativas a la bahía del pirata en la web pero ninguna con una importancia ideológica como ésta. De ahí lo fuerte de éste golpe tras estos últimos ocho años de guerra contínua con las autoridades y las grandes corporaciones. Más allá del caso particular, intentemos analizar el global a partir de éste cierre y las fichas en el tablero en una guerra mucho más importante. Con poderes y el futuro de la distribución de los bienes culturales en juego.
Repasemos la idea que reside detrás del P2P y su funcionamiento: El P2P nació como una manera de compartir archivos en la cual cada usuario pone a disposición el material que reside en su computadora para que otros usuarios puedan acceder al mismo. Por ende, mediante pequeños bits de información de cada una de las mismas un usuario puede hacerse de software, libros, música, películas o el contenido que desea. La idea que reside detrás de esto nada tiene que ver con el lucro, por el contrario, es la idea del compartir. Es decir, si yo puedo acceder a un disco que otro no, ¿por qué no compartirlo en lugar de quedármelo para mí? Una idea horizontal sin verticalidades ni elitismos, sacando el dinero del medio. Obviamente a las grandes compañías discográficas y productoras ésta idea no les convenía ya que lo que reside detrás de la cultura independiente es la idea de quitar al intermediario. Esto no podía pasar e iban a utilizar todos los medios posibles para que esto no sucediera. La guerra se había declarado.
La cultura como toda construcción social muta a lo largo del tiempo, cambian las personas, cambia la cultura pero hay un problema: las instituciones permanecen. Es ahí donde comienza el problema. Las grandes corporaciones estaban muy cómodas ya que desde hace cerca de medio siglo monopolizan la distribución de los bienes culturales impunemente. Al cambiar la cultura y al aparecer internet éste control se les fue de las manos y si hay algo que no se puede controlar es la cultura. Uno puede construir una muralla para frenar al mar pero tarde o temprano la erosión y el oleaje lo terminarán haciendo caer. Con el comienzo de internet y el P2Pcomenzaron a aparecer las primeras grietas en la muralla. Las filtraciones comenzaron. Rápidamente empezaron a presionar a los gobiernos utilizando las leyes de propiedad intelectual. Leyes que si bien tienen parte de verdad están totalmente obsoletas. En éste momento toma verdadera fuerza el Creative Commons: Todo contenido que el artista disponga queda para acceso gratuito u honorario. Seamos justos; los artistas merecen algo por su trabajo, y en el caso de ser utilizado se requiere que sea citado el autor. El creative commons fue un cambió radical en la manera de pensar la cultura, al artista y todo bien cultural. La cultura es de todos, compartámosla.
El cierre de Pirate Bay es un cañonazo que hundió uno de los barcos en ésta guerra pero no es el fin, aparecerán nuevos barcos y la ola no se podrá parar. Porque cuando el mar explota, no hay institución que lo pueda parar.
Siempre me resultó interesante la tapa del At war with the Mystics de los Flaming Lips: un hombre parado delante de un estallido espacial incontrolable a punto de desintegrarse. Se acerca el fin de los intermediarios y aunque lo dilaten y encarcelen a los pilares de la nueva cultura, no la van a poder parar.

(Publicado en Indie Hoy, 11/12/2014)

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Martes 3 AM


Reseña de Jonathan Sánchez, el nuevo disco de Power Chocolatín Experimento


Llueve. Hace calor. Hay neblina, de la que jode. De la que se mete por la nariz e inunda los pulmones. Cuando para de llover los cigarros se mojan solo de estar en contacto con el aire. Lo que mata es la humedad. Es Uruguay. Específicamente es Montevideo. Nacimos acá y morimos acá: En una ciudad que se transviste a la noche, sale a la calle y patea veredas esquivando las luces. En ese contexto llega Jonathan Sánchez como un registro pictórico de una ciudad en tinieblas.

Hablar de Power Chocolatín Experimento es hablar de una de las bandas más impredecibles de la escena local montevideana. El trío de los hermanos Berocay fusiona ritmos y sonidos de una manera única que les permite pasar de bases latinas, cumbia, al hardcore y metal más rabioso. Su primer disco homónimo fue grabado en 2010 a los meses de formación de la banda a lo cual le siguieron un par de EPs que comenzaron a marcar el camino.

La semana pasada largaron su último trabajo, Jonathan Sánchez. Un disco potente en su deformidad. En el mismo esa característica tan propia de fusionar géneros lejanos está a la vista desde el primer tema. La canción comienza más cercana al hardcore/metal para dar paso a versos totalmente melódicos. En la actualidad, para un oído acostumbrado a escuchar bandas, uno puede fácilmente predecir hacia donde derivará una canción al escuchar su estructura. En éste disco no y ese es uno de los puntos fuertes del disco. En sus canciones intentan tomar caminos alternativos y sacar a la canción de su zona de comfort lo cual por momentos nos lleva a decisiones brillantes y a otras que no funcionan tanto pero que igualmente son rescatables por su intento.

La fusión de melodías pop con géneros tan disímiles es acompañada por un acertado trabajo en letras de Demián Berocay. Las canciones están llenas de desilusión y persecución post apocalíptica mezcladas con desencuentros amorosos. Jonathan Sánchez es un disco digno de una ciudad gris, desolada y en escombros. Niebla. Noche y apenas algunas ventanitas con luz en la madrugada.

Merece gran destaque el trabajo de Pablo Berocay, bajista, tecladista y el encargado de los ruidos en la banda. Como especialista en ruidos, los mismos son muy cuidados y controlados en medio de esa bola electrónica que ataca a los oídos. Sí, hay acoples, pero solamente los que tienen que estar, nada está fuera de lugar y aporta a la contundencia que su hermano Bruno le imprime en la batería llevando las canciones siempre al borde de la salsa pero dándole una impronta inconfundible.

En los últimos años el cantautor uruguayo Fernando Cabrera comenzó a ser reconocido entre toda una escena de cantautores hipersensibles del río de la plata. Estos fueron los encargados de su revalorización y de generar infinidad de versiones del mismo. En Jonathan Sánchez nos encontramos con una sorpresa: Una versión de Informe sobre Valeria de Cabrera. Canción que lejos de ser de sus más conocidas es de su etapa más rockera llena de sintetizadores de los 80. Es muy probable que la gran mayoría de cantautores que versionan a Cabrera al día de hoy no la conozcan. Lejos de sus canciones más conocidas, Informe sobre Valeria es una canción llena de rabia y bronca. Algo poco común en sus trabajos posteriores pero que los PCE supieron tomar muy bien, aggiornarlo al 2014 y mantener la misma rabia inicial pero con aún más fuerza. Mezclando metal, hardcore, un poco de funky y algo de folk. Un gran acierto que dejaría de boca abierta al mismísimo Cabrera.


El disco se puede descargar gratis desde su Bandcamp y se posiciona fácilmente como uno de los mejores discos uruguayos independientes del año. https://powerchocolatinexperimento.bandcamp.com/album/power-chocolatin-experimento

(Publicado en Indie Hoy, 10/12/2014)

lunes, 8 de diciembre de 2014

La batalla de Los Ángeles (Sobre el cierre de espacios en Montevideo)

El rock no ha muerto, lo han fusilado.
“La batalla ocurrió en la tarde y madrugada del 24 al 25 de febrero de 1942. Un día antes, el 23 de febrero, un submarino japonés disparó contra una instalación productora de aceite cerca de Santa Bárbara, California. Tras escuchar informes que indicaban que el submarino se dirigía al sur hacia Los Ángeles, la gente estaba nerviosa y se respiraba la tensión en el ambiente.

A partir de las dos de la mañana del 25 de febrero y durante varias horas, se vislumbraron, según indican los informantes, objetos no identificados en el espacio aéreo de Los Ángeles, y la amenaza fue tan inusual que sonaron las sirenas anti-áreas, y se dio la orden de cortar la electricidad en la ciudad. A las 3:16, la brigada costera de artillería número 37 comenzó a disparar balas anti-aéreas de 5,8 kg. Dispararon más de 1,400 balas en 58 minutos mientras los objetos se movían al sur, desde Santa Mónica a Long Beach. “Evidentemente pensaron que serían bombarderos japoneses que atacaban el país,” explica el experto en OVNIS Bill Birnes, editor de la revista UFO. “Pero no fue así. Volaban demasiado alto".

Y lo más sorprendente es que ni siquiera una bala alcanzó la nave de las miles que dispararon. La gente que estaba en la calle esa noche jura que no fue ni un avión ni un globo, sino un OVNI. Flotaba, se deslizaba. Y hasta el día de hoy, nadie puede explicar qué nave era, ni porqué nuestra artillería fue incapaz de alcanzarla; es un misterio sin resolver. Las descripciones de los OVNIS varían mucho. El General George C. Marshall, en su primera carta al Presidente Roosevelt en el que le contaba el suceso, escribió que “aviones no identificados…viajaban a velocidades que iban desde muy lentas hasta 320 km. por hora y desde 2.743 a 5.486 metros de altura.” El número de naves varía según los testigos, de 9 a 15 o a 25.”

Montevideo, 2014. Uruguay está en boca de todo el mundo por nuestro presidente, sus discursos y la gran política exterior y de derechos individuales que ha comenzado. Hemos recibido refugiados de distintos países en guerra, legalizamos la marihuana, las mujeres pueden decidir sobre su cuerpo y nos hemos convertido en un referente mundial. Sin embargo la otra cara del espejo muestra telas de araña, moho y una política cultural pésima que cercena todo intento cultural por emerger, siempre y cuando no esté bajo el ala estatal.

Desde hace ya unos años la persecución a espacios y boliches donde se presentan bandas ha ido en una escalada alarmante. Recordemos el polémico cierre del Café La Diaria en 2011: Un centro cultural que albergaba a cientos de artistas. Desde músicos a escritores pasando por pintores y actores. Fue cerrado impunemente por esa excusa inimpugnable que ha utilizado la intendencia para cercenar: Ruidos molestos. Recuerdo perfectamente que dada mi amistad con Juan Meza, quien en esos momentos era dueño del Café, decidí apoyarlo en las gestiones para intentar reabrir el espacio. La queja de los vecinos no era nueva, de hecho el café le pagaba una parte de los gastos comunes a los edificios linderos por los “inconvenientes”. Al reclamar ante la intendencia se le comunica que la queja no era por los ruidos internos del bar, digamos la música, sino por los ruidos que generaba la gente fuera del recinto. En reuniones con la intendencia intentando buscar una solución la respuesta fue básica: El café tenía que hacer una remodelación acústica INTERNA de miles de dólares, sino sería cerrado. Sí, seguramente piensen que es ilógico, todos lo pensamos en el momento. ¿Si la queja es por el sonido externo por qué remodelar internamente? Una vez hecha la reforma volvería a ser clausurado por el mismo motivo. La negativa de la intendencia fue tal que Juan decidió vender su parte del lugar e irse a México. En su momento no lo entendí. Hoy sí.

Casos similares fueron los que sufrieron Espacio Guambia en un primer momento bajo una ridícula norma de bomberos, Living y la clausura de su sótano, las quejas sobre el Solitario Juan y ahora la clausura del sótano de Paullier y Guaná y de Casa Ñandú. Ruidos Molestos, esas palabras que se han convertido en un arma terriblemente poderosa en manos de señores de traje y de vecinos veteranos con repulsión hacia todo aquello de espíritu joven.
Es que hay que tener en cuenta ciertos aspectos tétricos de nuestra ciudad:

1) Tenemos una población avejentada y sedentaria. En otras palabras, una ciudad agonizante que espera irremediablemente a la parca. Una ciudad muerta que cercena todo intento de expresión más allá de sus límites bien definidos. Y aunque nos encante mostrarnos como una sociedad abierta, tolerante y diversa somos una sociedad naturalmente conservadora y con miedo al cambio. Anquilosada. Basta pensar que para que un artista tenga relevancia en nuestro país tiene que tener una carrera de por lo menos diez años. Nuestro Montevideo va rumbo a ser un asilo de ancianos. Cada vez más decorado, con veredas pintadas y murales de colores, pero un asilo al fin. Pero esto no es nuevo, siempre ha sido así. Históricamente tenemos una tasa de natalidad muy baja y estamos llenos de pensionistas. La segunda razón es el que más asusta.

2) El estado uruguayo ha gastado e invertido muchísimo dinero, a mi entender demasiado, para fomentar la cultura pero se ha olvidado de algo fundamental: No se puede controlar la cultura. El solo intento de hacerlo, y más para un gobierno de izquierda, debería ser motivo de profundo rechazo y vergüenza. El estado se está convirtiendo en una especie de Águila calva que ha cobijado a los artistas como a sus pichones bajo sus alas y amenaza con cortarles la cabeza si intentan escapar de ahí. Todo intento privado por fomentar cultura es cercenado casi automáticamente mientras que los escenarios estatales son inamovibles. Nadie vio venir que la sociedad Orwelliana podía venir desde la izquierda pero siendo un poquito pesimista y pensando a futuro es hacia donde estas medidas nos llevan: Todo aquel espacio en el cual no esté presente el estado será cortado de raíz. Todo aquel artista que no esté con ciertos productores/managers no será escuchado. Todo músico que no sea apoyado por fondos estatales que, sorprendentemente, siempre se reparten entre los mismos será dejado de lado. No quiero vivir en un lugar así. Me niego. Ya no solo el rock, la música y la cultura no han muerto, sino que han sido fusiladas impunemente por el excesivo control estatal.

Obviamente los artistas beneficiados por esto están de parabienes, no habrá competencia, podrán seguir lucrando y haciendo sus giras con el dinero de todos. Yo nunca lo sentí correcto. Tal vez porque en mi idea de la cultura y más específicamente de la música el estado no tiene control ninguno, sea quien sea que esté en el poder. Si quiero hacer una gira tengo que conseguir los medios para hacerlo. Nadie me va a dar nada. Y hay algo que estaría bueno recordar: Nada es gratis. Incluso las cosas que llegan de arriba, como un fondo estatal, son gratis. Prefiero hacer menos shows y grabar menos pero sustentarlo con mi dinero que con el de otros.

Ayer cerraron Casa Ñandú. La guadaña municipal ataca de nuevo. Casa Ñandú es un proyecto que llevaban a cabo los músicos de Algún Dios que desde hace tiempo tenían ganas de abrir un centro cultural. En Casa Ñandú no solo tocaban bandas, se hacían ciclos de cine, se daban talleres de música y sonido y se hacían presentaciones teatrales. La gran mayoría gratuitas. La idea era abrir un lugar donde poder nuclear las artes en el medio de ciudad vieja. No había un fin de lucro, había una necesidad, una urgencia de ebullición que se siente en el aire en la escena artística uruguaya. Pero el poder de los ruidos molestos es cada vez mayor. No existen explicaciones cuando la fatalidad golpea a la puerta: Ruidos molestos, clausurado.

Se están haciendo un montón de cosas en todas las ramas artísticas en montevideo, una cantidad increíble. Creo que nunca en la historia se estuvo creando tanto en éste país, para bien o para mal y medidas como estas solamente reprimen y cercenan. Para cualquiera que sepa algo de química y física sabe que al intentar presionar un líquido en ebullición llegará un punto en el que no aguantará más y explotará. Salvo que lentamente nos vayan bajando el fuego mientras nos presionan hasta llegar a un punto en que el agua deje de hervir. En ese momento quedaríamos, como siempre, en la capital mundial del status quo: Los mismos de siempre, tocando la música de siempre para los mismos de siempre. Yo no quiero eso. Prefiero explotar.

Y se olvidan de lo mismo que se olvidaban los misiles que intentaban atacar al Ovni en la batalla de Los Angeles, no es posible frenar ni controlar a la cultura así como es imposible dispararle a un Ovni. Seguiremos abriendo lugares, buscando espacios alternativos, volveremos a los sótanos. Conseguiremos azoteas. Nos iremos hacia las afueras pero no lo van a poder parar. Como diría el boss: Bring on your wrecking ball.